Suena una gaita. Es un túnel bastante oscuro en un día de sol radiante, aún con el contraste se vislumbran las camisetas blancas de la expedición. Nieves, Pilar y Ana, sin mediar una palabra, se cogen de la mano. Bajan cinco escalones y giran a la izquierda. Ante ellas la Plaza del Obradoiro. Su meta. La culminación de una aventura que no sólo ha durado seis días en los que han caminado 70 kilómetros, sino que les ha hecho soñar, padecer, temblar, compartir y sufrir a partes iguales durante más de un año.
El 2 de junio de 2016 es el día en el que seis pacientes de Miastenia (Pilar, Lola, Lola, Ana, Nieves y Guillermo) de la Asociación de Miastenia de España (AMES) consiguieron lo que nunca pensaron que iban a poder hacer. Caminar el tramo final del Camino de Santiago y atender, como el resto de los mortales, a la misa de peregrinos que en su honor se celebra cada día en la catedral de la ciudad gallega.
Puede que haya gente que cuando llega a esa vetusta explanada, escenario de infinitas gestas e historias que ponen la piel de gallina, siente la misma emoción que vivieron ellos seis, pero es difícil que sientan más sensaciones que este grupo de amigos que hoy ha culminado la que puede ser la aventura de su vida, al menos de su vida con la enfermedad de la Miastenia. Todos lloraban. Automáticamente, sin pensarlo, se separaron para vivir en primera persona todos los sentimientos que se les agolparon al girar a la izquierda tras esos escasos y definitivos escalones. La plaza se tiñó del blanco de las camisetas, se mojó con sus lágrimas. Allí, unos se tiraron al suelo, otros se taparon la cara, otros siguieron caminando como si los 70 kilómetros no hubieran sido suficientes. Tras unos segundos de intimidad, rápidamente, lo que era un acto íntimo, se convirtió en una manifestación de amor (¡cómo se parece a AMES!), de compartir emociones, de abrazos y besos.
Estaban ya todos en la Catedral. Estaban ya todos henchidos por el orgullo de haber cumplido con su sueño vital: ser capaz de hacer el Camino de Santiago. Ser uno más, sentirse normal pese a sus circunstancias. Y ya en la Misa fueron protagonistas, ya que tanto Nieves como Ana, ambas miembros de la Junta Directiva de AMES, tuvieron el privilegio de subir al altar a leer un texto que habían escrito. La emoción volvió a desbordarse.
Fue un día de infinitas sensaciones. Como explicó Lola, la de Villamalea, durante la comida de celebración que fue organizada por Semergen: “Estuve aquí hace un año y ví como la gente entraba en la plaza tras andar el camino. Lloré porque pensé que nunca yo iba a poder sentir esa sensación. Me sentí terriblemente mal. Y sólo un año después yo he podido hacerlo gracias a vuestro apoyo”. Y como ella, el resto. Más lloros. Más besos.
Unos minutos más tarde, Rafa Micó, vicepresidente de la Semergen y uno de los dos médicos que les ha acompañado en el viaje junto a la Doctora Martínez, les dijo: “Habéis demostrado a todo el mundo que si se quiere se puede. Dijisteis: ‘Esto sale’ y lo habéis conseguido. Ese es el mensaje que habéis lanzado desde aquí y que ahora tenemos todos que enviar a los demás. Sois un ejemplo para todo el mundo. Creo que este es un tratamiento que voy a recomendar a muchos enfermos. Yo tengo la profesión más bonita del mundo, aunque muchas veces no os lo podamos decir, pero hoy os lo digo y os doy las gracias por lo que habéis hecho y por hacernos sentir lo que ahora sentimos todos los que estamos aquí”.
Hoy se sumó a la comitiva el presidente de la Fundación QUAES, Tomás Abadía. El máximo responsable de la organización había organizado un encuentro con el consejero de Salud de la Xunta de Galicia, Jesús Vázquez, al que acudieron también Pilar Robles, Rafa Micó y el presidente de Semergen Galicia, Sergio Cinza. El encuentro fue, como dijo el propio consejero: “muy productivo” y emotivo. Desde la Xunta todos los invitados se llevaron la certeza de que en Galicia les pueden ayudar.
Antes de ir al encuentro oficial Abadía quiso palpar el ambiente de la expedición y anduvo el último kilómetro con los peregrinos y, posteriormente, entró en la catedral jacobea con ellos.
Abadía, ya en la comida, también dio las gracias a los seis miembros de AMES que habían hecho el Camino y a las personas que les habían dado su apoyo tanto en la gestación del proyecto como durante su materialización.
Quien también se sumó al Día Mundial de la Miastenia fue el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. El político valenciano se comprometió la semana pasada a hacer un acto solidario hoy con motivo del Día Mundial de la Miastenia. Y no falló. Se hizo una foto con la pulsera que le regaló en el encuentro Pilar Robles y colgó un tuit con esa foto y las dos que le enviaron desde AMES: la de la llegada al Monte del Gozo y la de la puerta de la Catedral de Santiago.
Además, cuatro emisoras de radio quisieron estar junto a la gente de AMES. Hoy entraron en directo para 99.9 Radio, Gestiona Radio Valencia, Es Radio Galicia y Radio Nacional de España.
Después, el grupo que durante una semana han vivido la experiencia del Camino de Santiago, del ‘Si quieres puedes’ comenzaron el viaje de vuelta a casa. Vinieron la maleta cargada de ilusión y dudas; vuelven con la misma emoción y con la carga de confianza que da el querer es poder y que jamás ya olvidarán. Ni ellos ni los que de una manera u otra les han acompañado durante estos maravillosos días.
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