Dr. José Luis León
Neurorradiólogo y jefe de Radiología de la Clínica Ascires Universitats (Valencia)
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria que afecta a la mielina del sistema nervioso central. La mielina es la cubierta protectora de los nervios. La afectación de la esclerosis múltiple es exclusiva del sistema nervioso central. Esto incluye: cerebro, médula espinal y nervio óptico. Cuando se pierde la mielina, la conducción nerviosa se altera.
Científicamente se habla de ella como una enfermedad desmielinizante y cuenta con un componente de enfermedad inflamatoria como también de patología neurodegenerativa.
En España, la prevalencia es de 100-120 por cada 100.000 habitantes y su incidencia se sitúa en 4 casos por cada 100.000 habitantes/año. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), el perfil de paciente que se ve afectado por esta enfermedad es: predominantemente mujeres (3 de 4 pacientes) y jóvenes de entre 20 y 40 años. Los primeros síntomas suelen comenzar en personas en torno a los 25- 30 años.
El médico especialista que diagnóstica , sigue y trata esta enfermedad el neurólogo, quien a través del conocimiento de diversos síntomas o signos, tiene una sospecha clínica y solicitará al paciente diferentes analíticas y pruebas de imagen.
La resonancia es la prueba de base en el diagnóstico de la esclerosis múltiple, juega un papel fundamental en el diagnóstico de esta enfermedad siendo la prueba del diagnóstico por imagen más importante. Si hay una sospecha clínica , la resonancia ayudará a confirmar el diagnóstico . El diagnóstico sigue los Criterios de McDonald de 2017, basados en la morfología y localización de las lesiones, actividad inflamatoria y evolución en el tiempo. Son por ello criterios espaciales (forma y localización) y temporales (evolución en el tiempo).
Esta prueba diagnóstica estudiará cerebro y médula, porque las lesiones aparecen en el sistema nervioso.
Una vez se ha diagnosticado al paciente y dependiendo de la actividad de la enfermedad (tipo de lesiones, brotes, etc.) se piden controles cada tres o seis meses.
En este sentido, la función de la resonancia magnética es confirmar si han aparecido nuevas placas o también obtener la volumetría, porque esta enfermedad produce inexorablemente una atrofia de sustancia blanca y gracias a la resonancia magnética se puede cuantificar y medir.
Tipos de esclerosis múltiple
Todavía, hoy en día, se sigue precisando la clasificación de los tipos de esclerosis múltiple.
Como señalan desde Esclerosis Múltiple España, resulta útil conocer los diferentes tipos que existen, porque esto puede ayudar a las personas a comprender cómo puede evolucionar su enfermedad y a tomar decisiones informadas sobre su tratamiento, junto con los profesionales sanitarios.
Estos serían los tipos de esclerosis múltiple:
- Síndrome Clínico Aislado: primer episodio de síntomas neurológicos causados por la inflamación y desmielinización en el Sistema Nervioso Central, con recuperación completa o parcial.
- Esclerosis Múltiple remitente recurrente (EMRR): un 85% de personas con esclerosis múltiple tienen EMRR. Los brotes son imprevisibles y pueden aparecer síntomas en cualquier momento -nuevos o ya conocidos- que duran algunos días o semanas y luego desaparecen totalmente o dejando alguna secuela.
- Esclerosis Múltiple secundaria progresiva (EMPS): cerca de un 50-70 % desarrollarán EMSP, en la que su discapacidad empeora con el paso del tiempo.
- Esclerosis Múltiple primaria progresiva (EMPP): entre el 10 y el 15% de las personas se les diagnostica EMPP. No experimentan recaídas, pero su discapacidad sigue empeorando gradualmente con el paso del tiempo.
Recientes investigaciones sugieren que la atrofia de lesiones cerebrales podrían ser indicadores de cómo progresará la la enfermedad: “Uno de los grandes avances es el Consenso Internacional del Grupo de Estudio Magnetic Resonance Imaging in Multiple Sclerosis (MAGNIMS), ya que en él se establecen recomendaciones, criterios diagnósticos y protocolos.
En el diagnóstico diferencial de la esclerosis múltiple con resonancia hay una serie de lesiones que se pueden llegar a confundir con patologías que no son la esclerosis múltiple. Es el caso de, por ejemplo, las lesiones isquémicas, el lupus eritematoso sistémico, la enfermedad de Cadasil, la vasculitis, la neuromielitis óptica (NMO), la enfermedad de Anticuerpo MOG (Mielina Oligodendrocito Glicoproteína) o la Encefalomielitis diseminada aguda (ADEM). Entre otras.
Por ello es fundamental el uso de equipos de resonancia de alta precisión y la interpretación de los hallazgos por Neuroradiólogos esepecificamente formados en el conocimiento de las caracterisiticas por imagen de la enfemerdad.
También es fundamental para el correcto diagnóstico el intercambio de información entre los especialists implicados , Médico de Familia , Neurólogo y Neuroradiólogo.
Resonancia Magnética y Esclerosis Múltiple: monitoreo y control
Hemos visto brevemente cuál es el papel de la resonancia magnética en el diagnóstico de la esclerosis múltiple pero también tiene un rol importante en el seguimiento de la enfermedad.
La resonancia magnética es una técnica esencial ya que detecta las lesiones características de la Esclerosis Múltiple en los pacientes, permite estudiar la evolución de la enfermedad y se usa como marcador de eficacia terapéutica. Asimismo, el radiólogo consigue seguir de cerca cómo evolucionan las lesiones, la actividad y el incremento de carga lesional del paciente. Esto permite que ante cualquier cambio se pueda avisar al neurólogo y actuar en consecuencia, descartando complicaciones asociadas al tratamiento o modificándolo a tiempo.
En Resumen:
Con el uso adecuado de equipos de alto campo de Resonanancia Magnética , se realiza un diagnóstico preciso de la enfermedad, seguimiento y monitorización al tratamiento.
Los avances tecnológicos recientes están suponiendo un beneficio para el monitoreo de esta patología. El mayor ejemplo está en que ya no es necesario el uso de contraste intravenoso para realizar el estudio o control de la esclerosis múltiple. El contraste intravenoso se ha reducido al diagnóstico inicial o cuadros de esclerosis múltiple que son muy agresivos o muy inflamatorios.
Además, se ha reducido el tiempo de duración de estas sesiones de más de 1 hora a menos de 30 minutos. Las innovaciones tecnológicas han progresado también hacia diseños donde hay más espacio para el paciente, restando sensación de angustia y evitando tener que utilizar sedación.
Todos estos avances se han conseguido sin disminuir la calidad, todo lo contrario, logrando una imagen diagnóstica cada vez más precisa.