Plagas urbanas y Salud Pública

4 octubre, 2024

José Ignacio González Arráez

Profesor Titular de Universidad del área de Medicina Preventiva y Salud Pública. Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Ciencias de la Alimentación, Toxicología y Medicina Legal. Facultad de Medicina. Universidad de Valencia. Ciber Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición. CIBEROBN. Instituto de salud Carlos III.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a las plagas urbanas como cualquier especie biológica que pueda transmitir enfermedades al ser humano, dañar el hábitat y bienestar humano, cuando su existencia perdura en el tiempo y las poblaciones están por encima del umbral de tolerancia.

La expansión de los vectores es debida fundamentalmente a los cambios ecológicos asociados al uso de la tierra, los nuevos modelos de urbanización, los movimientos de población del medio rural a la periferia de las grandes ciudades, junto al cambio climático que crean las condiciones adecuadas para la emergencia de nuevas enfermedades. Los factores que favorecen las plagas son vertederos sin control, basuras acumuladas, el alcantarillado con mantenimiento defectuoso, sótanos con humedades y en estado de abandono. La transmisión a los humanos se realiza a través de vectores, que son organismos vivos que pueden transmitir enfermedades infecciosas entre personas o de animales a personas. Pueden intervenir de forma pasiva cuando se limitan a transportar el agente infeccioso en su superficie o en el tracto digestivo, o de forma activa o biológica cuando el artrópodo después de ingerir el agente infeccioso mediante picadura, experimenta la multiplicación del agente en su organismo, o soporta el desarrollo de una parte de su ciclo evolutivo o ambas a la vez. Estas enfermedades de transmisión vectorial suponen mas del 17% de todas las enfermedades infecciosas, pudiendo estar causadas por bacterias, virus o parásitos. Algunas enfermedades zoonóticas (fiebre del Nilo occidental, Enfermedad de Lyme, la peste) también son transmitidas por vectores.

La mayoría de las plagas urbanas están transmitidas por insectos, destacando ácaros del polvo, los mosquitos, las cucarachas, las garrapatas, las chinches de las camas y las moscas.

  • Los ácaros del polvo. Tienen menos de 1 mm de largo, y son de distribución mundial. El principal componente de su dieta son las escamas de la piel humana y proliferan en las fibras textiles, son dependientes de la temperatura y necesitan humedad relativa alta. Los alérgenos de los ácaros del polvo son muy solubles en agua. El lavado de la ropa de vestir y de la cama a 55ºC los elimina. Dentro de la vivienda se pueden usar acaricidas, minimizando el contacto con el producto durante y después de la aplicación.
  • Los mosquitos. En España son mas importantes como insectos molestos que como vectores de enfermedades. Los principales son los pertenecientes a los géneros Aedes, Anopheles y Culex. Los del genero Aedes, pueden transmitir enfermedades como el Dengue, Chikungunya y Zica, considerados un problema de salud publica mundial por la posibilidad de emerger allí donde esté presente el vector. El mosquito Aedes albopictus “mosquito tigre” es considerado el mas invasivo del mundo. En España ha colonizado la costa mediterránea y el sureste de Andalucía. Además de las anteriores enfermedades puede transmitir el virus del Nilo occidental. Su presencia también puede afectar al valor de las propiedades y al sustento de las personas. Otra especie, Culex tipiens, existe por toda la península ibérica, y es capaz de transmitir la enfermedad del Nilo occidental. Para la prevención es importante la identificación de aguas estancadas (alcantarillado, neumáticos, cubos, macetas etc.,), se deben controlar las larvas, con reguladores del crecimiento (hormonas) o con insecticidas que son menos costosos y más fáciles de aplicar. Otra técnica biológica usada con éxito es la liberación de machos estériles que reducen las poblaciones entre un 60 y 70 %. También se ha ensayado, algunas veces con éxito, el uso de peces como depredadores de los mosquitos. Los métodos de protección pasiva, como ropa, mallas, y repelentes, limitan el problema.
  • Las cucarachas. Existen de 3.500 a 4.000 especies, de las que tan solo se han notificado 50 como plagas en edificios y viviendas. Existen cucarachas de varios tipos, alemana, americana, occidental, todas muy similares y con un tamaño de 15 a 40 mm. Prácticamente se pueden encontrar en cualquier lugar. Actúan como vectores pasivos para distintos patógenos como salmonella, listeria, campylobacter, estreptococos, estafilococos, etc., y algunas veces producen problemas de alergia y asma. Recientemente, y según publican numerosos medios de comunicación, la OMS ha indicado la problemática de aplastar las cucarachas, debido a que estas contienen en su interior bolsitas con sustancias bacterianas que se dispersan al liberarse, lo cual puede ocasionar problemas para las personas al inhalarlas. Para la prevención, hay que mantener la vivienda en adecuadas condiciones de limpieza e higiene, evitar la acumulación de materiales orgánicos, sellar las vias de entrada, como grietas, ranuras, rodapiés, etc., y no dejar accesible la comida o restos de ella. Otras medidas serían, evitar los humedales, reparando grifos con goteras, secar bien las duchas, tapar desagües de bañeras y fregaderos, o cualquier otra fuente que pueda producir humedad. Otra posibilidad sería la aplicación de polvos no repelentes (los polvos repelentes las dispersan). Se pueden hacer pulverizaciones con insecticidas en grietas, hendiduras y huecos donde se refugian.
  • Las garrapatas. Viven principalmente en zonas boscosas y prados, estando algunas especies asociadas al ganado vacuno, cerdos y ovejas, pudiendo estar en establos y viviendas. La garrapata parda de los perros, habita en las viviendas con los perros. Las enfermedades principales transmitidas por garrapatas son la encefalitis (EDO), la enfermedad de Lyme, que es la mas frecuente, y enfermedades emergentes como la fiebre de Crimea-Congo. Para la prevención existen repelentes efectivos para la ropa y la piel. En determinadas personas, como soldados, cazadores y senderistas, se pueden usar insecticidas de acción residual. Se debe vacunar a los animales domésticos y de compañía. La aplicación de insecticidas puede reducir la población de garrapatas, pero puede perjudicar a otras especies beneficiosas. Se suelen utilizar cebos impregnados con permetrin.
  • Las chinches de las camas Cimex lectularius, se alimentan de sangre y se encuentran en zonas de clima templado. Además de las molestias generadas por las picaduras, los alérgenos pueden causar asma bronquial. La saliva de las chinches contiene proteínas activas y las picaduras repetidas pueden producir reacciones inmunológicas y alérgicas. Son difíciles de controlar, siendo el método mas eficaz el uso de insecticidas y la limpieza exhaustiva de los tejidos y las ropas de cama.
  • Las moscas. Existen miles de especies y viven en cualquier ecosistema. Algunas de las moscas están asociadas a la basura, excrementos, etc., pudiendo convertirse en vectores de enfermedades. La intervención de las moscas en la transmisión de las enfermedades se puede realizar por dos vías principales. Como vector mecánico, las moscas transportan de varias maneras los microorganismos patógenos (en la boca, a través de vómitos, en los pelos del cuerpo y patas y por el intestino a través de las heces) y pueden contaminar alimentos, superficies, etc., dando lugar a distintas enfermedades como fiebre tifoidea, cólera, disentería, diarrea, etc. Si la transmisión es por picadura (tábanos) pueden originar el ántrax, la tularemia, etc. En la transmisión biológica (picaduras) pueden producir la enfermedad del sueño (mosca tse-tse), oncocercosis, leishmaniosis. Las recomendaciones de la OMS para el control de las moscas se basan fundamentalmente en dos puntos.
  • Monitorizar las poblaciones de moscas y vigilancia de la carga de patógenos.
  • Restringir el uso de insecticidas a los brotes.

También son útiles las trampas y cebos con mejoras en el diseño de trampas y de atrayentes, así como las técnicas efectivas de control perimetral sin usar insecticidas.

A nivel urbano, la lucha contra los insectos se lleva a cabo mediante la lucha antivectorial integrada, realizada por las administraciones locales. Se la define como la combinación organizada de todas las estrategias disponibles para la reducción de la abundancia o eliminación del vector de forma flexible y sostenible con una buena relación coste-beneficio.

  • Las estrategias incluidas en el control integrado son la vigilancia entomológica, orientada a determinar la abundancia de vectores.
  • La gestión física del medio para evitar la proliferación de insectos.
  • Programas basados en la comunidad, donde hay que tener en cuenta las características climáticas, geográficas y sociales de la zona.
  • Utilización de métodos biológicos o químicos para control del vector.

Los casos declarados de estas enfermedades vectoriales se recogen en las Tablas 1 y 2.

Tabla 1.- Enfermedades endémicas trasmitidas por vectores. España año 2022

Tabla 2.- Enfermedades no endémicas transmitidas por vectores. España año 2022.

Como se puede observar a día de hoy, no son un problema de salud publica importante, pero, con los cambios ambientales y las enfermedades emergentes y reemergentes, hay que estar preparados ante el aumento importante del número de casos que puedan surgir.

Bibliografía:

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