La rabia ¿podría volver a ser un problema de salud pública en España?

19 mayo, 2023

Dra Rosa Mª Estévez Reboredo,
Unidad de zoonosis.
Área de análisis de vigilancia epidemiológica.
Centro Nacional de Epidemiología, Instituto de Salud Carlos III, Madrid

Resulta incomprensible pensar que, de las dos primeras enfermedades infecciosas para las que el ser humano obtuvo las primeras vacunas, una de ellas se haya conseguido erradicar (la viruela) y la otra, la rabia, siga considerándose en pleno siglo XXI, una de las enfermedades más letales que existe con casi 60.000 defunciones de personas al año.

¿A qué se debe esta circunstancia?
Existen una serie de condicionantes que contribuyen a explicar esta situación.

1. La rabia es una zoonosis (es decir una enfermedad compartida entre animales y personas), lo que dificulta notablemente el control, a diferencia de los procesos que afectan exclusivamente al ser humano. Las zoonosis se consideran uno de los mayores retos y a su vez, amenazas para la salud pública actual.

2. El Comité Internacional de Taxonomía de Virus cataloga 17 miembros diferentes de virus dentro de esta Familia y Género, que pueden afectar a distintas especies de mamíferos.

3. La rabia que puede transmitirse al ser humano está causada por un virus de altísima letalidad, que se mantiene circulante en la naturaleza, ya que afecta a un gran número de mamíferos carnívoros, tanto domésticos como salvajes, permitiendo la existencia de un ciclo silvestre y otro urbano que pueden enlazarse.

4. Es una enfermedad presente en murciélagos y, aunque en nuestras latitudes no existen quirópteros hematófagos (murciélagos que habitan en otros continentes, se alimentan de sangre y atacan al ganado), la manipulación de estas especies en cualquier país puede suponer un riesgo.

5. El perro doméstico es el reservorio urbano global y el principal transmisor de la rabia a los seres humanos. Esta transmisión se produce por mordedura de un animal (mamífero) infectado portador del virus en saliva o, por contacto directo de su saliva con laceraciones en la piel. El mayor riesgo se asocia a mordeduras en zonas muy inervadas o cercanas al sistema nervioso central; una vez que el virus alcanza el sistema nervioso, la aparición de sintomatología es irreversible y el desenlace suele ser fatal.

6. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera una de las principales Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) que afecta fundamentalmente a población vulnerable o de extrema pobreza.

7. Se trata de un proceso prevenible por vacunación pero, el acceso limitado o inexistente a las campañas de educación sanitaria, profilaxis en perros y al tratamiento postexposición contribuye a incrementar el número de muertes cada año, fundamentalmente en niños.

8. Implica un gran impacto social y sanitario, con un gasto anual en el mundo de 4000-6000 millones de euros y, a pesar de los esfuerzos impulsados por la estrategia Mundial de la OMS para la eliminación de la transmisión de la rabia canina para el año 2030, sigue siendo una enfermedad endémica en más de 150 países, estando presente prácticamente en la totalidad de los continentes.

Situación en España:

España está libre de rabia humana desde el año 1978. Desde entonces, sólo se han declarado tres casos importados (no autóctonos), que se infectaron en Marruecos y viajaron a España durante el período de incubación de la enfermedad. Aun así, dada la gravedad de la enfermedad, se encuentra incluida en la lista de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDOs) y se realiza vigilancia epidemiológica.

La eficacia de los programas de vacunación antirrábica en animales domésticos (perros, gatos y hurones) permitió la eliminación de la enfermedad de todo el territorio nacional. Pero, la cercanía geográfica con países norteafricanos en los que la rabia es endémica nos posiciona en un lugar con riesgo de reintroducción de la enfermedad (reemergencia). Esta situación se podría ver agravada por la migración de personas que huyen de las guerras y viajan con sus animales de compañía, constituyendo una amenaza real de introducción de esta grave enfermedad dentro de nuestras fronteras.

Conscientes de esta situación, las Autoridades trabajan para el mantenimiento y actualización de protocolos de actuación a todos los niveles y planes de contingencia ante los posibles escenarios que puedan plantearse.

Campañas de educación sanitaria, controles en frontera, la exigencia de viajar con la documentación y vacunación en regla de las mascotas y el control para la no introducción de especies animales susceptibles de manera ilegal, constituyen medidas cruciales para la prevención y control de la posible entrada de animales infectados a nuestro país.

Se debe trabajar en visibilizar la importancia de mantener la correcta vacunación de los animales de compañía, en particular de perros, gatos o hurones y en concienciar a la población del trabajo que implica para muchos profesionales el velar por la salud de toda la ciudadanía, haciéndola partícipe del conocimiento de los riesgos que supondría la reemergencia de una enfermedad de tanta gravedad dentro de nuestras fronteras, así como reivindicar su papel e implicación en la salud pública.

La rabia ¿podría volver a ser un problema de salud pública en España? - Fundación Quaes

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