J. Mateus et al., Science
10.1126/science.abj9853 (2021).
Retos COVID19 ya se ha hecho eco de datos y publicaciones que indican que la vacunación frente a Covid podía ser eficaz a dosis más bajas. Véase:
El trabajo que hemos seleccionado esta semana profundiza en esa idea, a partir de datos de vacunación con la cuarta parte de la dosis habitual de la Vacuna mRNA-1273.
Las vacunas de ARNm contra el SARS-CoV-2 han supuesto éxitos extraordinarios. Es importante comprender mejor la inmunología de estas vacunas para apreciar (i) los mecanismos de inmunidad protectora proporcionados por las vacunas, (ii) la durabilidad de la memoria inmunitaria generada por las vacunas (y así comprender cómo funciona la inmunidad protectora), y (iii) las características inmunológicas de estas vacunas que pueden ser relevantes para el diseño de vacunas contra otros patógenos.
Los autores analizan los resultados de la vacunación de 35 sujetos, con dosis de 25 μg (dosis baja) de mRNA de la vacuna de Moderna, a lo largo de 7 meses después de la inmunización y en diversos grupos de edades, midiendo los niveles de células T CD4+ específicas, células T CD8+, anticuerpos fijadores y anticuerpos neutralizantes.
Un objetivo de interés fue evaluar si la existencia de células T de memoria influye en la inmunidad generada por vacunación. Las células T CD4 + de memoria específica frente a la proteína S, generadas por la vacuna 6 meses después del recuerdo (segunda dosis), fueron comparables en cantidad y calidad a las de los que habían padecido la infección COVID-19, incluida la presencia de células auxiliares foliculares T y células que expresan IFNγ. Además, las respuestas inmunitarias mejoraron significativamente en aquellos sujetos en los que pre-existían células T CD4 + con reacción cruzada frente a dicha proteína S.
También se generaron células T CD8 + específicas en el 88% de los sujetos, con niveles, a los 6 meses del recuerdo, comparables a los de quienes habían padecido la infección. Por último, también se observó que en los sujetos con memoria de células T CD4+ con rección cruzada preexistente, aumentaba la respuesta de células T CD4+ y de anticuerpos a la vacuna, lo que demuestra la relevancia biológica de las células T CD4+ reactivas cruzadas del SARS-CoV-2.
Los niveles de células CD4+ T activas contra la proteína S al cabo de 6 meses se mantenían a más de la mitad que en el momento que alcanzaron el máximo, lo que indica una buena duración de la inmunidad celular. La vacunación también mostraba una clara funcionalidad antivírica por la inducción de TFH, la expresión de IFNγ y la presencia de células que expresan diversas citocinas.
Igualmente, en el pico de respuesta inmunitaria se detectaron células T CD8 + específicas de S, mediante ensayos AIM o ICS en el 88% de los sujetos que recibieron dosis bajas de ARNm-1273, lo que constituye una tasa de respuesta de células T CD8 + equivalente a la de los casos de COVID-19.
Como conclusión general, los datos muestran que la vacunación de mRNA, tanto a dosis baja como a dosis normal, genera células T CD4 + y CD8 + de memoria. Las vacunas de ARN en dosis bajas tienen ventajas potenciales para las necesidades y aplicaciones futuras, como el ahorro de dosis. La inmunización en dosis bajas también es menos reactogénica, lo que también puede ser atractivo en contextos de regímenes de dosis múltiples.
Es de interés considerar diferentes dosis de vacunas en todos los grupos de edad, o grupos de alto versus bajo riesgo, pero una mejor comprensión de la memoria inmunitaria a diferentes dosis es clave para tales consideraciones.
Los datos reportados aquí constituyen demostraciones alentadoras del potencial de las vacunas de ARN para generar memoria inmunitaria duradera de células T y anticuerpos, incluso a dosis más bajas de la vacuna.
La inmunidad preexistente en forma de células T CD4 + de memoria reactiva cruzada también afectó las respuestas a la vacuna de ARN COVID-19 en la cohorte estudiada. Esto indica que las células TFH de memoria de reactividad cruzada pueden acelerar la activación de las células B y las respuestas de anticuerpos a un nuevo antígeno, y también aumentar la robustez de la inmunidad humoral a largo plazo, como lo demuestran los títulos de anticuerpos neutralizantes más altos.