Nature New. Junio, 2020.
Múltiples evidencias basadas en estudio de tejidos y pacientes con COVID-19 indican que el virus daña las células pancreáticas productoras de insulina.
Paciente de 18 años infectado por SARS, asintomático, (contagiado por padres), que a los pocos días se siente mal y con mucha sed. En pocos días se le diagnostica de diabetes tipo 1 (autoinmune). El repentino desarrollo se asocia a la infección.
En la diabetes tipo 1, las células inmunitarias destruyen a las células B, responsables de fabricar insulina en páncreas. A veces se produce repentinamente. Es un factor de riesgo para desarrollar COVID-19 severo y es fácil que fallezcan los pacientes. Ahora se piensa que la diabetes no es solo un factor de susceptibilidad a la COVID-19, sino que esta puede disparar la diabetes.
Evidencias:
– Alto número de personas que se le diagnostica diabetes después de la infección y otras muchas con COVID-19 que llegan con niveles muy elevados de azúcar y acetona (producida por depósitos grasos en hígado). Cuando el cuerpo no fabrica suficiente insulina para descomponer el azúcar usa cetona como fuente alternativa
– Hay virus, entre ellos SARS, ligados con condiciones autoinmunes como diabetes tipo 1. Y muchos órganos involucrados en controlar el azúcar en sangre son ricos en proteína ACE2 (receptor de Angiotensina 2), la proteína que utiliza el SARS para infectar las células.
– Con organoides de páncreas se ve como la infección destruye a las células B. También puede inducir la producción de citoquinas que disparan la respuesta inmune y matarían a las células pancreáticas, es decir, que podría alterar la función de las células claves, bien directamente (destrucción de células B) o indirectamente (generando una respuesta inmune).
El virus ataca también células de organoides hepáticos.
Limitaciones:
Se necesitan más casos: Se ha creado una base de datos mundial para recoger información de gente con COVID19 y altos niveles de azúcar en sangre que no tengan tratamiento para diabetes o problemas de control de azúcar. Con ello se confirmaría si el SARS induce diabetes 1 o una nueva forma de la enfermedad. 2) Si la diabetes perdura en el tiempo después del diagnóstico repentino
Artículo original: https://media.nature.com/original/magazine-assets/d41586-020-01891-8/d41586-020-01891-8.pdf
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