La aparición de síntomas de COVID-19

JR Larsen, M R Martin, JD Martin, P Huhn.
Front. Public Health, agosto de 2020
https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fpubh.2020.00473/full

MÉTODO:

Datos obtenidos por revisión bibliográfica referentes a la frecuencia de los síntomas en COVID-19, influenza, MERS y SARS.  Cada conjunto de datos se utilizó para aproximar el orden de los síntomas, para confirmar los resultados o para analizar los primeros síntomas en COVID-19 o influenza.

Se estableció un modelo de progresión estocástica y se ilustró en diagramas de Hasse.

• Datos COVID-19: 1.099 casos confirmados de pacientes hospitalizados y ambulatorios, diagnosticados de COVID-19 en China en febrero de 2020.
• Datos Influenza: 2.470 casos confirmados a partir de un análisis multicéntrico retrospectivo de pacientes en su mayoría no vacunados que participaban en ensayos clínicos de fase 2 y 3 (Univ. Michigan).
• Datos MERS y SARS: 245 pacientes MERS, y 357 pacientes SARS, con datos procedentes de Beijing y de Freinberg (Univ. Northwestern) respectivamente.

RESULTADOS:

El trabajo pone de manifiesto un orden común de síntomas discernibles en COVID-19, diferente al de otras enfermedades respiratorias prominentes.

• El síntoma inicial más probable en las tres enfermedades causadas por coronavirus (COVID-19, SARS y MERS) es la fiebre.
• El síntoma inicial más probable en la infección por influenza virus es la tos.
• En todas las enfermedades por coronavirus, encontramos además síntomas gastrointestinales. La fiebre y la tos ocurren antes que las náuseas/vómitos y la diarrea.

COVID-19 tiene una diferencia clave respecto a los otros dos coronavirus: aunque los dos primeros síntomas de COVID-19, SARS y MERS son fiebre y tos, el tracto GI superior (náuseas / vómitos) parece verse afectado en COVID-19 antes que el tracto GI inferior (diarrea), que es lo opuesto a MERS y SARS.

• Al observar un conjunto de siete síntomas que parecen en Covid19 y en otros coronavirus, incluidos los 4 objetivos (fiebre, tos, náuseas/vómitos y diarrea) y tres subjetivos (dolor de garganta, dolor de cabeza y mialgia), encontramos que los síntomas iniciales más probables son los cuatro síntomas discernibles, siendo los síntomas del tracto gastrointestinal los últimos en prevalecer.
• Un porcentaje muy pequeño de pacientes experimentó diarrea como síntoma inicial. La hipótesis del trabajo concluye que la aparición temprana de diarrea implica que esos pacientes puedan tener una forma mucho más agresiva de la enfermedad: cada paciente en este conjunto de datos que inicialmente experimentó diarrea tuvo neumonía o insuficiencia respiratoria eventualmente.

Estos hallazgos se alinean con otro conjunto de datos proporcionado para el SARS, cuyo síntoma más frecuente reportado es la fiebre, seguido de tos o disnea, y finalmente, un pequeño porcentaje de pacientes reportó diarrea.

Este estudio mediante modelo de progresión estocástica apoya la idea de que los síntomas ocurren en un orden predecible.

El hecho de que la enfermedad COVID-19 se presente inicialmente con fiebre apoya las medidas recomendadas por los CDC que establecen que el público debe tomarse la temperatura en el hogar y al ingresar a las instalaciones como método de control temprano.

Esta aplicación del modelo de progresión estocástica podría mejorarse y ser más precisa si hubiese formas objetivas de medir los síntomas más subjetivos (es decir, dolor de garganta, dolor de cabeza y mialgia). Esta mejora podría incrementarse si los médicos implementaran la práctica de registrar el orden de aparición de los síntomas en lugar de simulaciones basadas en la frecuencia.

La importancia de conocer los primeros síntomas radica en la necesidad de detener la propagación del COVID-19, una enfermedad que es dos o tres veces más transmisible que la influenza y que da lugar a brotes de racimos.

Los resultados apoyan la práctica de que la fiebre deba ser examinada antes de permitir la entrada a las instalaciones y que aquellos con fiebre busquen atención médica de inmediato para el diagnóstico y rastreo de contactos. Medidas como estas pueden ayudar a reducir la transmisión a pesar del alto contagio de SARS-CoV-2.