Satterfield et al. Cardiac involvement in the long term implications of COVID-19, Nature Reviews Cardiology 21 de octubre 2021.
En 2021 la prioridad de la comunidad sanitaria y científica ha sido el manejo de la morbi-mortalidad aguda por COVID-19. Tras la llegada de las vacunas este problema parece estar en vías de solución y se abre la oportunidad de preocuparse por el futuro incluyendo el manejo de las secuelas a largo plazo en los que han sobrevivido a la enfermedad.
En este artículo se resalta lo que conocemos sobre las secuelas cardio-vasculares de los supervivientes al COVID-19 y se discuten interrogantes que necesitan ser resuelto mediante estudios prospectivos para comprender y mitigar estas consecuencias cardiovasculares, incluyendo el síndrome COVID-19 post-agudo. Para conseguir los mayores beneficios los estudios prospectivos deben iniciarse ahora, con recursos disponibles para estudiar y monitorizar a esta población en los próximos años.
Las manifestaciones cardiacas del COVID-19 agudo incluyen infarto agudo de miocardio, miocarditis, miocardiopatía de stress, pericarditis, arritmias, síndrome inflamatorio multisistémico, infarto cerebral, trombosis de grandes y pequeñas venas y diátesis hemorrágicas. La patogenia de estas complicaciones probablemente se debe a causas locales (endotelitis) y sistémicas (citokinas).
Las complicaciones cardiovasculares del COVID en fase aguda pueden subdividirse en 6 tipos:
– Arritmias cardiacas
– Infarto de miocardio
– Trombosis venosas
– Fallo ventricular izquierdo o derecho
– Pericarditis
– Ictus
Se han realizado más de 100 ensayos clínicos para evaluar los problemas cardiovasculares incluyendo registros sobre miocarditis, fallo cardiaco, tromboembolismo y otros. Entre los tratamientos ensayados esta 1) la colchicina, 2) IECAs, 3) antiagregantes y anticoagulantes, 4) hipolipemiantes, 5) fármacos que disminuyen la hipertensión pulmonar.
Complicaciones cardio-vasculares de la fase post-aguda
Las complicaciones cardiovasculares de la fase post aguda pueden clasificarse en las siguientes categorías.
– Síntomas persistentes en pacientes asintomáticos o con síntomas leves o moderados
– Signos de lesión cardiaca (MRI) en sujetos con COVID leve
– Complicaciones cardiovasculares en sujetos con COVID moderado o grave y elevación de niveles de troponina o reducción de la fracción de eyección.
– Pacientes con daño colateral debido a presentación tardía en el hospital
-Síntomas persistentes. Se ha encontrado virus infeccioso en pacientes hasta 3 semanas después de la infección, no más. Después de ese tiempo los síntomas que aparecen no pueden ser imputados a infección vírica. Los síntomas persistentes más frecuentes son: a) cardio-pulmonar (el más frecuente es disnea, seguido de dolor torácico presente en 18% de los casos a los 30 días) y las arritmias; b) neurológicos (neuropatía, mielopatía, demencia, etc.); c) psiquiátricos (ansiedad, depresión); d) inespecíficos (fatiga, dolor articular).
– Arritmias. Frecuentes tanto la taquicardia como la bradicardia. Presenta arritmias hasta 1/3 de pacientes en supervivientes de COVID leve tras monitorización sistemática. Las mas frecuente son FA nueva y alargamiento del intervalo QT.
– Daño cardiaco en COVID agudo leve. Hasta un 78% de los pacientes presentan evidencia de daño cardiaco en el MRI. De 32 a 45% cuando las pruebas se hacen de 37 a 71 días después del diagnóstico.
– Daño cardiaco en COVID moderado o grave. Los niveles de troponina se correlacionan con mortalidad a los 30 días. Los sujetos con PCR alta, dímero alto o linfopenia tienen elevación del valor T2 miocárdico.
– Marcadores de daño cardiaco
– Estudios histológicos del corazón. Se han realizado muy pocas biopsias. De 277 casos autopsiados, presentan miocarditis el 7,2%
– Otros marcadores de laboratorio, ECOcardio y MRI.
- Complicaciones de las vacunas. Miocarditis y pericarditis en 12/106 vacunados jóvenes
- Otras variables a tener en consideración.
Retrasos en la asistencia sanitaria debidos a la pandemia.
Empeoramiento de los resultados en minorías raciales