Gillian A. Ryan, 1 Nikhil C. Purandare, 2 Fionnuala M. McAuliffe, 1 , 3 Moshe Hod, 4 and Chittaranjan N. Purandare 5
Gillian A. Ryan
1 Department of Obstetrics and Gynaecology, The National Maternity Hospital, Dublin Ireland,
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Nikhil C. Purandare
2 Department of Obstetrics and Gynaecology, University Hospital Galway, Galway Ireland,
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Fionnuala M. McAuliffe
1 Department of Obstetrics and Gynaecology, The National Maternity Hospital, Dublin Ireland,
3 UCD Perinatal Research Centre, School of Medicine, University College Dublin, National Maternity Hospital, Dublin Ireland,
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Moshe Hod
4 Mor Women Health Care Center, Tel Aviv University, Tel Aviv Israel,
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Chittaranjan N. Purandare
5 Emeritus Dean, Indian College of Obstetricians and Gynaecologists, Mumbai India,
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1 Department of Obstetrics and Gynaecology, The National Maternity Hospital, Dublin Ireland,
2 Department of Obstetrics and Gynaecology, University Hospital Galway, Galway Ireland,
3 UCD Perinatal Research Centre, School of Medicine, University College Dublin, National Maternity Hospital, Dublin Ireland,
4 Mor Women Health Care Center, Tel Aviv University, Tel Aviv Israel,
5 Emeritus Dean, Indian College of Obstetricians and Gynaecologists, Mumbai India,
Gillian A. Ryan, Email: ei.hmn@nayr.naillig.
Corresponding author.
* Correspondence: Dr Gillian A. Ryan, Department of Obstetrics and Gynaecology, The National Maternity Hospital, Holles Street, Dublin, Ireland.
Email: ei.hmn@nayr.naillig,
Received 2020 May 3; Accepted 2020 May 7.
Copyright © 2020 Japan Society of Obstetrics and Gynecology
This article is being made freely available through PubMed Central as part of the COVID-19 public health emergency response. It can be used for unrestricted research re-use and analysis in any form or by any means with acknowledgement of the original source, for the duration of the public health emergency.
Resumen
Los datos relacionados con la pandemia de COVID-19 han evolucionado rápidamente desde el primer caso confirmado en diciembre de 2019. Este artículo de revisión presenta un análisis completo de los datos actuales en relación con COVID-19 y su efecto en las mujeres embarazadas, incluidos los síntomas y la enfermedad, severidad y riesgo de transmisión vertical. También revisamos el tratamiento recomendado para las mujeres embarazadas con COVID ‐ 19 presunto o confirmado y los diversos agentes farmacológicos que se están investigando y que pueden tener una función en el tratamiento de esta enfermedad. En la actualidad, no parece que las mujeres embarazadas tengan un mayor riesgo de infección grave que la población general, aunque existen grupos vulnerables tanto en la población embarazada como en la no embarazada, y los médicos deben conocer estos grupos de alto riesgo y tratarlos en consecuencia. Aproximadamente el 85% de las mujeres experimentarán una enfermedad leve, un 10% más grave y un 5% una enfermedad crítica. Los síntomas más comunes son fiebre, tos, dificultad para respirar y diarrea. Ni el parto vaginal ni la cesárea conllevan riesgos adicionales, y existe un riesgo mínimo de transmisión vertical al neonato de cualquier modo de parto. Reconocemos que el verdadero efecto del virus en la morbilidad y mortalidad materna y fetal solo será evidente con el tiempo. También discutimos el impacto que el aislamiento social puede tener en la salud mental y el bienestar tanto de los pacientes como de los colegas, y como médicos, debemos ser conscientes de esto y ofrecer el apoyo necesario.
Conclusión
La evidencia sobre esta nueva infección está cambiando casi a diario, aunque probablemente pasarán muchos meses antes de que podamos determinar el impacto real que tendrá en el bienestar materno y fetal. Mientras tanto, nuestra principal responsabilidad es garantizar que todas las mujeres tengan acceso a servicios de maternidad seguros. Esto incluye mantenerse actualizado con las pruebas para el tratamiento de COVID-19 en la población embarazada y también garantizar medidas estrictas de control de infecciones para detener la propagación de la enfermedad dentro de nuestras propias unidades. En segundo lugar, debemos ser conscientes de aquellos que son potencialmente vulnerables durante este tiempo, tanto pacientes como colegas, y debemos asegurarnos de que estén disponibles los apoyos adecuados durante estos tiempos inciertos. Finalmente, debemos mirar hacia el futuro. Este es un territorio verdaderamente desconocido y, en la actualidad, no existe cura ni vacuna para esta enfermedad, y nos enfrentamos a la perspectiva de tener que coexistir con este virus hasta que se encuentre una opción de tratamiento eficaz. Muchos países están buscando formas seguras de aliviar las restricciones sociales en los próximos meses y, como médicos, debemos prepararnos y planificar cómo podemos comenzar a restablecer nuestros servicios de ginecología y fertilidad para garantizar que todas las mujeres reciban la atención necesaria que necesitan en estos casos. tiempos inusuales.
Fuente: https://obgyn.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jog.14321
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