Sí a la vida” Podíamos haber rememorado la expresión “es la vida, estúpido”, como eslogan. Pero la contundencia del “sí”, deja claro que queremos afirmar un compromiso y con ello motivar a quien quiera abandonar la posición confortable del “no a la muerte”, un objetivo, como poco, ingenuo.
Somos muchos, muchos, los que construimos nuestra salud convencidos que a la vida se viene a gozar de la belleza, a reconocer que el compromiso con la epifanía de la propia fragilidad y de la fragilidad comunitaria configura nuestro ser y estar. Y que no se vive para evitar el quebranto y eludir la muerte. Son condiciones inapelables de nuestra identidad.
Construimos la salud, un proceso diacrónico en constante renovación, un proceso que se enriquece con el conocimiento, el científico y el experiencial, un proceso que configuran múltiples tareas, en cuya ejecución participa cada persona con la implicación de aportaciones de diferentes “constructores de las decisiones”, con sus valoraciones, sus propuestas, sus intervenciones, sus cuidados, su acompañamiento.
Comenzamos el curso de encuentros de este otoño con una conversación a cinco bandas con el doctor Javier Benítez, genetista, investigador y presidente de la Fundación QUAES, en torno al libro ‘El código de la vida’, de Walter Isaacson sobre la vida de Jennifer Doudna, la bioquímica que junto a Emmanuelle Charpentier recibió en 2020 el Premio Nobel de Química por las tijeras CRISPR de edición genética.
Un testimonio único para analizar el desarrollo de la genética en los últimos años y explorar las posibilidades que ofrecen las técnicas de edición genética. Un hito científico capaz de determinar el «futuro de la especie humana», en palabras de Isaacson.
Javier Sanmartín, estudiante de bioquímica y componente del PHLL (People Health Living Lab), subraya al respecto: “El Código de la Vida es una obra que todo genetista o aspirante a genetista debería leer. Walter Isaacson consigue no solo transmitir a la perfección la historia de las CRISPR, llamada a ser una de las tecnologías más revolucionarias de nuestra época, si no también nos relata cómo los involucrados vivieron esos tiempos y las relaciones que se fraguaron entre ellos. Por estas razones, es un libro excelente en el ámbito de la historia y la sociología de la ciencia.”