El conocimiento científico en el ámbito de la medicina interna

27 marzo, 2023

Francesc Santonja Pastor

People Health living Lab

Hace unas semanas hemos leído esta cabecera en un periódico: “Una chica de 17 años muere por una reacción alérgica después de beber leche “contaminada” con lactosa”. Dado que la mayoría de los lectores no se sumergen en una noticia más allá del titular, no habrán advertido que en el texto hay dos errores importantes: primero, la alergia está «en la proteína de la leche vacuna», y dos, la lactosa es un azúcar (no una proteína) naturalmente presente en la leche.

Conclusión: ni existe una contaminación del producto, ni hay ‘alergia’ a la lactosa, en todo caso, intolerancia.

Los medios pierden oportunidades de promocionar el conocimiento científico a consumidores informados y conscientes, con titulares que fomentan una imagen de “una industria que añade compuestos nocivos” a los productos. En definitiva, distorsionan la implicación que las personas puedan tener en la construcción de su salud.

El pasado 23 de marzo, el ATENEO FELIX PRIETO celebró un encuentro con el Doctor José Todolí, jefe de servicio de medicina interna del Hospital Universitario LA FE de Valencia, en el marco de actuaciones que nos permitan identificar escenarios en lo que pueda estimularse una mayor implicación de la persona en la gestión de la propia salud y de la salud comunitaria, desde la revisión del conocimiento científico y su incidencia en el conocimiento experiencial.

Anticipemos que el doctor Todolí enriquece nuestro enfoque con sus inteligentes palabras a partir de su experiencia clínica y, sobre todo, por su testimonio de coherencia profesional y de respeto a un sistema de valores explícito que da lugar a la plena confianza en sus consideraciones.

La medicina interna practica una asistencia que contempla la salud con una visión transversal que permite valorar los procesos multipatológicos, las patologías sin diagnosticar, enfermedades prevalentes, etc. En la práctica coordina una asistencia compartida con facultativos específicos para conseguir una tutela y tratamiento global, y en cada caso proactiva y preventiva, mediante interconsultas cuando son oportunas.

La medicina interna incorpora las innovaciones proporcionadas por la investigación del conocimiento científico, tras su primera aceptación y aplicación por parte de los profesionales sanitarios en su ámbito de especialización: cardiología, endocrinología, oncología, etc.  En todo caso, buscando la plena implicación del paciente en la toma de decisiones.

En la convocatoria del encuentro nos habíamos invitado a reflexionar sobre las aportaciones del libro del profesor Valentín Fuster: La ciencia de la larga vida:

¿Cuán cierto es que estamos aceptando la transición de una medicina centrada en el tratamiento de la enfermedad a una centrada en el mantenimiento/construcción de la salud?

Valentín Fuster nos invita a ofrecer al ciudadano las claves para que pueda asumir el control de la propia salud. Lo que en la práctica supone conceder mayor relevancia de la implicación de la persona en el enriquecimiento del conocimiento científico y de su incorporación en las tareas derivadas del compromiso con la salud individual y la salud comunitaria.

Nos incomoda la complejidad y simplificamos siempre que podemos; la salud, sin embargo, es un proceso sistémico en el que inciden múltiples factores que debemos tener en cuenta, no sólo en la labor del diagnóstico, también en la concepción y gestión del tratamiento.

¿En qué medida lo tenemos en cuenta en los diferentes ámbitos de la salud: fisiológico, orgánico, cognitivo, emocional, social o medioambiental?

Por último, si cada individuo tierne que personalizar su respuesta a las exigencias de la existencia en cada momento, ante cada quebranto, interpretando correctamente las aportaciones de quienes le tutelan (medicamentos, indicadores, tecnologías, etc.), en qué modo estamos ayudándole a incrementar su capacidad de personalización de su respuesta.

Consideraciones, que a lo largo de la sesión fueron interpretadas en situaciones concretas: la relevancia de los protocolos y la importancia de la participación del paciente en su diseño; la importancia de la tutela del médico de medicina interna en la construcción y reconstrucción de la salud, en particular cuando el final se acerca; la necesidad de una mayor formación de las personas en la valoración de la comunicación con sus interlocutores en todos los ámbitos de la salud, no sólo en el sanitario, también en el social, el medioambiental; la relevancia de la atención a la salud mental, no sólo desde la perspectiva emocional, también desde la perspectiva cognitiva…

A lo largo de la sesión, tuvimos presentes las palabras del profesor Daniel Innerarity, en su artículo La ciencia y la gente: “Somos muy conscientes de que el conocimiento científico es de vital importancia para resolver los problemas que tiene la humanidad y, al mismo tiempo, sabemos que la ciencia ya no es lo que era, algo de unos pocos, indiscutible, lejano y seguro. Un conjunto de circunstancias ha convertido a la ciencia, más que nunca, en un asunto de todos.”

De ello seguiremos hablando en próximos encuentros del Ateneo Félix Prieto, de cuanto ya hemos asumido con la idea de promover la ciudadanía científica, uno de los elementos incluidos en las recientes leyes de la Ciencia y en la de Universidades.

https://elpais.com/opinion/2023-03-10/la-ciencia-y-la-gente.html

El conocimiento científico en el ámbito de la medicina interna - Fundación Quaes

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