Ningún vacunado todavía en muchos países en desarrollo y una dosis cada segundo en los desarrollados.
Xavier Duran (TV3/Cat Ràdio); 10 marzo 2021
La mayoría de los países en desarrollo aún no han podido administrar una sola dosis de vacuna a sus ciudadanos, mientras que en los países desarrollados se les ha administrado de promedio, durante febrero, una cada segundo.
Es uno de los datos facilitados por la ONG Oxfam en un comunicado divulgado este miércoles. Añade que, a este ritmo, a mediados de año estos países sólo habrán vacunado al 3% de la población, y a finales de año, en el mejor de los casos, al 20%.
El lema es «Necesitamos una vacuna para la gente, no una vacuna para ganar dinero», afirmando que la mejor manera de mantenernos a todos sanos es asegurar que la vacuna Covid sea asequible para todos, como un bien común:
«Esto sólo será posible transformando la manera en que las compañías farmacéuticas produzcan y distribuyan la vacuna, debiendo permitir que se produzcan lo más ampliamente posible compartiendo su conocimiento libre de patentes.»
Durante la primera semana de marzo, COVAX (COVID-19 Vaccines Global Access), entregó más de 20 millones de dosis a 20 países. Esta semana, otros 31 países deben recibir 14,4 millones de dosis.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, se felicitó por ello, pero señaló que esto no es suficiente y declaró que la producción se aceleraría si muchos países pudieran producirlas. Es por esto que las patentes deben ser eximidas.
La Organización Mundial del Comercio tiene la palabra
Este miércoles, la OMC se pronunciará sobre una propuesta para que los países no apliquen patentes y otros derechos intelectuales a los medicamentos, vacunas, diagnósticos y otras tecnologías relacionadas con la Covid.
Según Christos Christou, presidente internacional de Médicos Sin Fronteras, esto daría a todos los gobiernos la oportunidad de desarrollar la producción y el suministro de herramientas médicas contra la Covid, sin restricciones por los intereses de la industria privada:
La OMS también ha propuesto alternativas como la transferencia bilateral de tecnología, igual que ha hecho AstraZeneca para permitir que SKBio en Corea del Sur y el Instituto Serum en la India produzcan su vacuna para COVAX.
Una tercera opción es la transferencia coordinada de tecnología, en la que las universidades y los fabricantes pueden conceder licencias de sus vacunas a otras empresas con un mecanismo administrado por la OMS. Es el sistema que se adoptó con la pandemia de gripe aviar H5N1 a principios de siglo.