El oncólogo Miguel Martín da una charla en la Facultad de Medicina de Valencia para la Fundación QUAES y destaca las múltiples aplicaciones que tiene ya la genómica para tratar el cáncer de mama.
Miguel Martín, Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid y presidente del GEICAM, fue el invitado al segundo seminario del curso escolar 2015-16 de la Cátedra Universidad de Valencia / Fundación QUAES. El oncólogo vallisoletano dio una charla sobre el tratamiento del cáncer de mama triple negativo, que actualmente es el subtipo de cáncer que más muertes provoca entre los que afectan al pecho. Unas 70 personas acudieron a la conferencia que se celebró en el Salón de Grados de la Facultad de Medicina de Valencia.
En la imagen de izquierda a derecha: Miriam Pastor (Fundación Quaes), Dra. Ana Lluch (Jefa de Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Valencia), Dr. Miguel Martín, Dr. Luis Aparicio (Secretario de la Facultad de Medicina y Odontología de Valencia) y Dr. Javier Benitez (Director del Programa de Genética del Cancer del CNIO)
-¿Puede hacer un resumen de lo que ha sido su conferencia?
-La presentación que hago se refiere a la habilidad de poder saber qué pacientes con un tipo específico de tumor de mama muy maligno, el cáncer de mama triple negativo, van a responder, o no, al tratamiento convencional con quimioterapia. Lo que hemos hecho ha sido tomar biopsias a las mujeres y también darles quimioterapia. Luego en la cirugía ver qué respuesta habían tenido a esa quimioterapia y analizar la expresión génica de las mujeres que tuvieron una muy buena respuesta a la quimio, eso es que el tumor desapareció de la mama y de la axila, frente a las que tenían tumor residual después de la quimio. Y esto lo hacemos para intentar identificar qué mujeres se van a beneficiar al ponerles esta quimioterapia específica o bien que mujeres no y buscarles otras alternativas, es una forma de personalizar la medicina de esta enfermedad.
-¿Podría dar unos consejos sobre los pasos a dar a una mujer a la que acaban de diagnosticarle un cáncer de mama?
-Lo primero de todo es que le viese un equipo multidisciplinario. Es decir, que no le diseñe el tratamiento una persona, sino un equipo incluyendo un ginecólogo cirujano, un oncólogo médico, un oncólogo radioterapeuta, quizás un cirujano plástico, quizás un psicólogo y que la terapia se decida entre todos, porque no es imprescindible que la cirugía sea la primera intervención; en muchos casos, es mejor empezar por otras opciones como la quimioterapia. Y esto hay que consensuarlo en equipo de especialistas, conociendo que el cáncer de mama no es una enfermedad sino muchas diferentes y que cada una de ellas necesita un tratamiento específico. No podemos tratarlas a todas igual porque sabemos que esto no funciona.
-¿Hay más consejos?
– Sí, éste sería el primer consejo y el segundo es elegir un sitio donde tenga constancia de que hay un equipo multidisciplinario que se reúne para discutir los casos nuevos y establecer una hoja de ruta del tratamiento y establecer que es lo primero que se debe hacer. Si no se hace así, puede ocurrir que no empecemos con la mejor terapia y ya no se puede rectificar. La tercera cosa es que vayan a centros con experiencia en el tratamiento de cáncer de mama. Es una cosa que generalmente se pasa por alto, pero la experiencia del centro en una enfermedad se asocia a las mayores posibilidades de curación. Un centro que trata 500 mujeres con cáncer de mama al año no es lo mismo que uno que trata a tres. Yo creo que las mujeres españolas tienen derecho a ser tratadas en los mejores sitios. El cuarto aspecto es que si están en un sitio adecuado, que no tengan miedo, que se van a curar.
-¿Cuál es el momento crítico en el proceso?
-Es crítico hacer un diagnóstico precoz, mediante campañas de mamografías ‘screening’ cuando están indicadas, que es a partir de los 45 o 50 años, no antes, salvo que la mujer tenga una familia con cáncer de mama hereditario y, en este casos, las cosas se hacen en edades más tempranas. Es crítico porque diagnosticar antes el tumor permite curarlo con mucha menos agresión. Aunque se diagnostique un poco más tarde, muchos tumores se curan, pero probablemente van a necesitar quimioterapia y radioterapia, más cosas. En cambio, si se diagnostica más pronto pueden evitarse terapias agresivas. Por lo cual, empezar pronto es otro consejo que añadiría a los anteriores.
-¿Parir a edad temprana puede ser una buena vacuna para prevenir el cáncer de mama?
-Tener un parto joven es un excelente medio para reducir el cáncer de mama, pero el problema es que debe ser por debajo de los veinte años, y claro, es muy complicado en la sociedad actual que una mujer pueda tener un parto tan pronto y que sea compatible con un trabajo. De hecho, la edad media del primer parto está ahora en los 33-34 años en España, por razones sociolaborales. Esto sería posible, pero no es muy probable, por lo que la mejor forma de prevenir el cáncer de mama es hacer ejercicio físico, mantenerse en peso, no engordar, tomar una dieta mediterránea, esto es clave lo hemos visto en estudios del Grupo GEICAM. Hay que tomar aceite de oliva, aceitunas, frutas, hortalizas, legumbres, pescado y poca carne roja. Con esto se reduce muchísimo la posibilidad de tener cáncer de mama. También amamantar a los niños reduce el riesgo, pero tampoco es una gran rebaja lo que se consigue y yo creo que con esto, siendo realista, se puede prevenir. Y también reducir el consumo excesivo de alcohol. Hay una correlación entre el alcohol y el cáncer de mama.
-También, ¿hacer deporte después de haber sufrido un cáncer de pecho es bueno para prevenir una recaída?
-Sí, está demostrado que las mujeres que hacen una actividad física aeróbica regular dos o tres veces por semana después de un cáncer de mama, tienen un menor riesgo de recaída que las que no lo hacen. Esto es debido a que tienen menos obesidad y se mantienen en su peso, hay una interrelación entre estos factores.
-Si cada vez vivimos más, ¿lo normal sería que cada vez hagan falta más oncólogos porque con más expectativa de vida al final todos tendremos un cáncer?
-Es una verdad indiscutible. Los países longevos tienen más cáncer porque los países poco longevos, los menos desarrollados, las personas se mueren o bien de infecciones o por enfermedades cardiopulmonares o cardivasculares porque los civilizados estamos aboliendo el tabaco, pero se lo estamos mandando a los países pobres para mantener el negocio y esos países fuman muchísimo, tienen patologías terribles relacionadas con el tabaco. En los países más evolucionados se reduce el consumo y hay una mejor asistencia sanitaria y los hombres y mujeres viven más, ahora mismo 81 años los hombres y 87 las mujeres en España, y tienen más tiempo para que el cáncer se desarrolle, por lo que una de cada tres personas va a tener un cáncer. Por tanto, tenemos que atenderles y no sólo creo que hagan falta más oncólogos, sino que tenemos que formar a los oncólogos en una oncología geriátrica, porque la patología oncológica de una persona mayor es particular y precisa de un aprendizaje específico y eso es algo que tenemos que hacer.
-¿Qué tiene el cáncer triple negativo que le haga ser más difícil de curar que los demás subtipos?
-Pues tiene una pega y es que no tiene una diana conocida por la que le podamos atacar, específica. Hoy por hoy el único tratamiento eficaz es la quimioterapia y precisamente mi charla en la Fundación QUAES versaba sobre cómo optimizar la quimioterapia, porque si el cáncer se coge precoz y se utilizan unas terapias específicas mi hipótesis es que se van a curar la mayoría de los casos.
-¿Qué relevancia tiene ahora mismo la genómica en el diagnóstico del cáncer y qué prevé usted que puede ocurrir en los próximos años?
– La genómica es absolutamente central y clave para entender, primero lo que es el cáncer, y segundo, para identificar tratamientos que puedan funcionar. Es imprescindible.
-En el campo de la oncología, ¿en qué ámbitos la utilizan o prevén que la van a necesitar?
-Hay mil campos de aplicación, podemos hablar del diagnóstico en sangre de cáncer antes de que aparezcan en las pruebas de imagen y en un futuro puede que veamos que sustituye a la mamografía. Por ejemplo, si identificamos DNA tumoral en la sangre a lo mejor no hay que hacer mamografías ya que detectaremos el cáncer mucho antes de que aparezca en la imagen. Esto por un lado, por otro, la genética sirve para saber quién tiene riesgo de tener cáncer y hacer un seguimiento más intensivo en quienes tienen más opciones y vale para seleccionar las terapias, para diferenciar tumores que aparentemente son iguales, pero que se comportan de forma muy distinta. Podría estar diez horas hablando de las aplicaciones de la genómica al cáncer y me quedaría corto…
El cáncer en cifras
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33%
Con el crecimiento de la expectativa de vida a más de 80 años, el 33% de la población va a terminar sufriendo un cáncer.
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8%
Una de cada 12 mujeres padecerá cáncer de mama a lo largo de su vida.
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26.000
Cada año se detectan 26.000 nuevos casos de cáncer de mama.
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80%
El cáncer de mama se cura en un 80% de los casos, cuando hace 15 años solamente se sanaba en un 60%.
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6.000
Este tumor es la primera causa de muerte en la población femenina española, causando cerca de 6.000 fallecimientos al año.
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75%
Más del 75% de las pacientes no tiene ninguna recaída.
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[…] está pasando con el cáncer, como ya explicamos en la Fundación QUAES en la entrevista al oncólogo Miguel Martín ¿podemos hablar de que ésta es una enfermedad que va a más debido a que la población se cada […]