¿Por qué elegimos un libro para ser compartido y valorado en el Ateneo Félix Prieto? Javier Martínez eligió el texto de Henry Marsh “Ante todo no hagas daño”.
Cuando nos lo propuso afirmó: “Porque es la experiencia real, en mayúsculas, de un médico, por lo que es una visión muy auténtica de la práctica médica”.
Para cualquier persona, pero sobre todo para un estudiante de ingeniería biomédica, la credibilidad del conocimiento científico no es la consecuencia de quién la pronuncia, sino de la capacidad de convicción de sus palabras.
Y las del neurocirujano inglés Henry Marsh, en su libro, tienen esa capacidad de alcanzarnos por su coherencia, por su transparencia, por formar parte de sus principios éticos, que aplica no sólo en el ejercicio de su labor clínica, también en su vida personal.
Javier insiste: “Es un relato en el que nos cuenta de primera mano la insoportable presión de tener que decidir sobre la vida de los demás, asumiendo los riesgos de adentrarse con el bisturí en la materia de la que emana nuestro yo”.
Henry cabalga encima de su bicicleta para trasladarse desde su casa al hospital. Y en ese recorrido sigue revisando su lectura del diagnóstico, sus decisiones sobre si intervenir o no, las palabras con las que compartirá su incertidumbre con el paciente, las que pronunciará al comunicar a los familiares que no salió bien la intervención, cómo tendrán que atender a la persona tras su paso por el hospital, al regresar a casa…
“Me gustó mucho la participación en la tertulia de José Todolí, especialista en medicina interna de La Fe, y que nos ha acompañado en tantas ocasiones a través de este viaje de diálogo a través de la salud, las personas, los entresijos de la medicina y lo que significa ser médico”.
Afrontar los errores que tantas veces se deben al azar, encontrar el punto medio entre empatía y la vinculación emocional como médico, hallar el equilibrio entre esperanza y realismo, saber comunicar al paciente noticias para las que nunca se está preparado, asumir cuándo dejar de operar y vivir con ello han sido algunas de las cuestiones que se trataron en un intenso coloquio en el que el punto de vista de cada asistente, el de Todolí y otros profesionales de la salud, el de estudiantes de diversas especialidades, el de pacientes comprometidos con su salud y un largo etcétera, sumaba.
En definitiva, una intensa conversación a través de los temas más acuciantes de la práctica médica que, sin duda, nos enriqueció a todos.
“Creo que la elección del libro fue afortunada”, confirma Javier Martínez.
Lo fue.