Pablo Martínez Hernández es el lector que elige a Sydney Brenner para el primer foro del ATENEO FELIX PRIETO en el curso 2019-2020. Encuentro en el que, seguramente, importa tanto el qué cuanto el cómo, es decir: el resultado de la labor científica como el proceso de composición de las capacidades del autor, que Brenner nos descubre en Mi vida en la Ciencia.
Pablo es estudiante de segundo curso de Biotecnología en la Universitat de València. Se incorpora al People Health Living Lab en 2018 y acepta coordinar la labor del Ateneo Félix Prieto, porque le importa la divulgación del conocimiento científico entre las personas comprometidas con la gestión de su salud individual y de la salud colectiva.
Nos habla al finalizar el día, en los albores del siguiente, en una conversación a través de Skype:
Si fuera una marca, mi eslogan sería: “Si quieres una vida apasionante, compártela con gente única.” Soy un friki de la biología, el emprendimiento, el tenis, los deportes de agua, viajar, la literatura, los idiomas y un largo etcétera.
Le confesamos que hay párrafos del libro que nos cuesta interpretar por la complejidad de la tarea de investigación que describe, y la ignorancia sobre muchos de los términos referidos en los escenarios en los que la labor se desarrolla.
He elegido el libro por muchos motivos, quiero destacar su referencia a una etapa apasionante de la labor de investigación de la biología molecular y de la genética, vivida por un colectivo de personas realmente admirables y emulables, y contada por uno de sus protagonistas destacados, galardonado con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina del año 2002.
Sabemos que compartió el premio con H. Robert Horvitz y John E. Sulston, en reconocimiento a sus trabajos sobre la regulación genética del desarrollo y muerte celular. Este fue el broche de oro a la carrera de un hombre que pensaba que la búsqueda del conocimiento es una aventura que seguirá adelante mientras existan seres humanos y que lo demostró en su propia vida.
Otra razón por la que he elegido el libro, en su edición por la Universitat de València, es que su excelente traducción ha sido realizada por la profesora Emilia Matallana, una persona a la que respeto y admiro.
Nos confiesa que el libro El hombre en busca de sentido de Víctor Frankl es, de momento, su libro preferido.
Como ocurre con el texto de Brenner, se trata de una narración autobiográfica en la que nos cuenta su paso por los campos de concentración en la Segunda Guerra Mundial. Nos sumerge en el profundo sufrimiento del Holocausto y nos invita a superar las tremendas adversidades. Un mensaje de esperanza, que me ha ayudado a renovar mi estilo de vida, como espero que haga el libro de Brenner con mi labor investigadora.
Hablamos hasta el alba de unas y otras cosas, de los superpoderes que le gustaría poseer, como el de poderse trasladar a cualquier parte del mundo y aprender de cómo piensan y viven los habitantes de la Tierra. De pequeño quería ser cocinero, veterinario y explorador.
Ahora lo que me mola es conectar con la gente, y el Ateneo Félix Prieto es una oportunidad para hacerlo.
Le pedimos que nos convoque al encuentro del 25 de septiembre a las 16 horas en la sede de la Fundación QUAES:
Si lo tuyo es la lectura y el mundo de la ciencia y la salud, no te pierdas las quedadas del ateneo felix prieto, que lanzamos desde el PHLL con la Fundación QUAES. Son una oportunidad increíble de despertar y compartir inquietudes sobre el apasionante mundo de la ciencia y la salud a través de los libros. Por medio de presentaciones de libros divulgativos, conversaciones, citas, quedadas, etc., podrás conectar con personas que comparten tus intereses, inspirarte, interactuar, aprender y adquirir nuevas perspectivas.
Te esperamos el 25 de septiembre de 2019 para compartir la lectura de Mi vida en la ciencia, de Sydney Brenner.