David Ellinghaus, Ph.D., Frauke Degenhardt, M.Sc., Luis Bujanda, M.D., Ph.D., Maria Buti, M.D., Ph.D., Agustín Albillos, M.D., Ph.D., Pietro Invernizzi, M.D., Ph.D., Javier Fernández, M.D., Ph.D., Daniele Prati, M.D., Guido Baselli, Ph.D., Rosanna Asselta, Ph.D., Marit M. Grimsrud, M.D., Chiara Milani, Ph.D., et al., for The Severe Covid-19 GWAS Group*
New England Journal of Medicine. Junio 2020.
Un estudio internacional con participación española describe que la vulnerabilidad de ciertas personas al desarrollo de formas clínicas graves en la infección por el virus SARS-COV-2, puede estar influenciada por sus características genéticas. Este trabajo colaborativo ha contado con la participación del Consorcio de Investigación Biomédica en Red (CIBER) del ISCIII, concretamente de sus áreas de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) y de Enfermedades Respiratorias (CIBERES).
La investigación, publicada en la revista New England Journal of Medicine (NEJM), indica que variantes de dos regiones del genoma humano se asocian con un mayor riesgo de desarrollar fallo respiratorio en pacientes con infección por SARS-COV-2. Una de ellas se localiza en el cromosoma 3 y puede afectar a la expresión de genes que favorecerían la entrada del virus, así como la generación de la denominada ‘tormenta de citoquinas’, una respuesta descontrolada del sistema inmunológico que agrava el pronóstico. La segunda región se localiza en el cromosoma 9, en concreto en el gen que determina el grupo sanguíneo del sistema ABO.
En apenas 3 semanas se aprobó el proyecto por los comités éticos de las instituciones españolas e italianas participantes, y se recogieron muestras de sangre de 1.610 pacientes con COVID-19 que necesitaban apoyo respiratorio (oxigeno o ventilación mecánica). Se extrajo ADN de las muestras de sangre para estudiar en el laboratorio de Kiel (Alemania) cerca de 9 millones de variantes genéticas. Para ello se contó con expertos genetistas y bioinformáticos, así como con la rápida donación económica de filántropos noruegos.
Según explican los investigadores participantes del CIBER, «se dispuso en menos de 2 meses de toda la información necesaria para evaluar los resultados y compararlos con un grupo control de 2.205 controles sanos. Así, se identificó una mayor frecuencia de 26 variantes genéticas en los pacientes afectados por insuficiencia respiratoria en comparación con el grupo control no infectado, y 2 de ellas en particular localizadas en los cromosomas 3 (rs11385942) y 9 (rs657152) mostraron una potente asociación con la gravedad». La variante genética del cromosoma 3 abarca una región de regulación de 6 genes que pueden tener funciones relevantes en la gravedad de la COVID-19. Aunque los investigadores estiman que todavía es prematuro saber cuál de estos genes podría influenciar el curso de la infección, es bien sabido que el coronavirus se une a la proteína ACE2 en la superficie de las células para entrar en ellas. Uno de estos 6 genes implicados interacciona con la proteína ACE2 y la estabiliza.
Por otro lado, la variante genética identificada en el cromosoma 9 afecta al gen que determina el grupo sanguíneo ABO. En este sentido, los datos mostraron que el grupo sanguíneo A se asocia con un 50 % más de riesgo de necesitar soporte ventilatorio en caso de infección por el coronavirus, mientras que el grupo 0 confiere un efecto protector con un 35 % menos de riesgo de insuficiencia respiratoria.
Artículo original: https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2020283
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