Shengjie Lai, Nick W Ruktanonchai, Liangcai Zhou, Olivia Prosper, Wei Luo, Jessica R Floyd, Amy Wesolowski, Mauricio Santillana, Chi Zhang, Xiangjun Du, Hongjie Yu, and Andrew J Tatem
Nature. Marzo 2020.
Resumen:
Antecedentes
Las estrategias de contención de brotes de COVID-19 en China basadas en intervenciones no farmacológicas (INF) parecen ser efectivas. Sin embargo, aún se necesita investigación cuantitativa para evaluar la eficacia y cronograma de las diferentes INF candidatas para guiar las respuestas actuales y futuras a las epidemias de esta enfermedad emergente en todo el mundo.
Métodos
Los autores construyeron un modelo (susceptible-expuesto-infeccioso-eliminado, SEIE) basado en la red de transporte para simular el brote en ciudades de China continental. Utilizaron parámetros epidemiológicos estimados en la etapa temprana del brote en Wuhan para parametrizar la transmisión antes de que se implementaran las INF. Para cuantificar el efecto relativo de cada INF se emplearon las variaciones diarias de demora desde el inicio de la enfermedad hasta el primer caso reportado en cada condado, que representa la mejoría en la identificación y el aislamiento del caso durante el brote. Los datos históricos y cuasi tiempo real del movimiento humano, obtenidos del servicio de localización de Baidu se utilizaron para deducir la intensidad de las restricciones de viaje y las reducciones de contactos en China. El modelo y los resultados se validaron utilizando el número de casos reportados diariamente, con realización de análisis de sensibilidad seriados.
Resultados
Los autores estimaron un total de 114,325 casos de COVID-19 (rango intercuartil [RIQ] 76,776 – 164,576) en China continental a 29 de febrero de 2020, altamente correlacionados (p <0,001, R2 = 0,86) con la incidencia reportada. Sin las INF, el número de casos de COVID-19 probablemente habría mostrado un aumento de 67 veces (IQR: 44 – 94), con la variable efectividad de las diferentes intervenciones. Se estimó que la detección temprana y aislamiento de los casos prevenía más infecciones que las restricciones a viajar y restricción de contactos, mientras que todas las INF integradas lograrían el efecto más potente y rápido. Si las INF hubieran podido implementarse una, dos o tres semanas antes en China, los casos podrían haberse reducido en un 66 %, 86 % y 95 %, respectivamente, junto con una reducción significativa de las áreas afectadas. Por el contrario, si las INF se hubieran realizado una, dos o tres semanas después, el número de casos podría haber mostrado un aumento de 3, 7 y 18 veces, respectivamente. Los resultados también sugieren que la intervención de distanciamiento social debe continuar durante los próximos meses en China para evitar que los números de casos aumenten nuevamente después de que se levantaran las restricciones de viaje el 17 de febrero de 2020.
Conclusión
Las INF desplegadas en China parecen haber contenido de forma efectiva el brote de COVID-19, pero la eficacia de las diferentes intervenciones varió, siendo la detección temprana de casos y la reducción de sus contactos la más efectiva. Además, la implementación temprana de los INF es importante también para evitar una mayor propagación. Las estrategias de INF tempranas e integradas deben prepararse, adoptarse y ajustarse para minimizar los impactos en la salud, sociales y económicos en las regiones afectadas de todo el mundo.
Artículo original: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2020.03.03.20029843v3
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