En la sección Salud de “El Mundo” se publica la noticia proporcionada por ServimediaEfe (29 febrero 2024) en la que se comentan los resultados del artículo publicado por Melissa M Lane et al en el British Medical Journal (BMJ; 2024 Feb 28:384:e077310) en el que se subraya la necesidad de adoptar medidas que reduzcan la exposición dietética a los alimentos ultraprocesados ya que se asocian con un mayor riesgo de 32 resultados perjudiciales para la salud, como cáncer, afecciones cardíacas y pulmonares graves, trastornos de salud mental y muerte prematura.
Los alimentos ultraprocesados, como refrigerios endulzados o salados, refrescos, fideos instantáneos, productos cárnicos, pizzas y platos de pasta preparados previamente, galletas y productos de confitería, suelen tener un alto contenido de azúcar, grasa y sal, y son bajos en vitaminas, proteínas y fibra. Sin embargo, puede representar hasta el 58% de la ingesta energética diaria total en algunos países ricos y en las últimas décadas ha aumentado rápidamente en muchas naciones de ingresos bajos y medianos.
Muchos estudios y metaanálisis anteriores han relacionado los alimentos altamente procesados con la mala salud, pero ninguna revisión exhaustiva había proporcionado aún una evaluación amplia de la evidencia en esta área. Para cerrar esta brecha, los investigadores llevaron a cabo una revisión general de 45 metaanálisis distintos de 14 artículos de revisión que asociaban los alimentos ultraprocesados con resultados adversos para la salud. Todos los artículos de revisión se publicaron en los últimos tres años e involucraron a casi 10 millones de participantes. Ninguno fue financiado por empresas implicadas en la producción de comida ‘basura’. Las estimaciones de exposición a alimentos ultraprocesados se obtuvieron a partir de una combinación de cuestionarios de frecuencia de alimentos, recordatorios dietéticos de 24 horas e historial dietético. Los investigadores calificaron la evidencia como convincente, altamente sugerente, sugerente, débil o sin evidencia. También evaluaron la calidad de la evidencia como alta, moderada, baja o muy baja.
En general, los resultados muestran que una mayor exposición a alimentos ultraprocesados se asoció consistentemente con un mayor riesgo de 32 resultados adversos para la salud. La evidencia fue convincente al demostrar que una mayor ingesta de alimentos ultraprocesados se asociaba con un 50% más riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares, entre un 48% y un 53% más de riesgo de ansiedad y trastornos mentales comunes, y un 12% más de riesgo de diabetes tipo 2. La evidencia fue altamente sugerente al indicar que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se vinculó con un 21% más de riesgo de muerte por cualquier causa, entre un 40% y un 66% más riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes tipo 2 y problemas de sueño, y un 22% más de riesgo de depresión. La evidencia sobre las asociaciones de la exposición a alimentos ultraprocesados con el asma, la salud gastrointestinal, algunos tipos de cáncer y factores de riesgo cardiometabólico, como niveles elevados de grasas en la sangre y niveles bajos de colesterol ‘bueno’, siguió siendo limitada.
En la editorial de la revista vinculada al artículo también se expone que los alimentos ultraprocesados dañan la salud y acortan la vida y por este motivo plantean la utilización de etiquetas en los envases, restringir la publicidad y prohibir las ventas en escuelas y hospitales o cerca de ellos, así como medidas fiscales y de otro tipo que hagan que los alimentos no procesados o mínimamente procesados y las comidas recién preparadas sean tan accesibles, disponibles y más baratas que las ultraprocesadas. Además, apuntan que las Naciones Unidas debería desarrollar una convención marco sobre alimentos ultraprocesados similar a la del tabaco, y promover ejemplos de mejores prácticas.