“Cuando agradecemos estamos valorando aquello que forma parte de nuestra vida y eso nos impulsa a seguir adelante.”
Francesc Joan Santonja
HPLL
Acordamos compartir una tarta de almendra, al estilo de nuestras madres, en un rincón del jardín en el que Isabel Montero practica el yoga y la meditación, activa el mindfulness y comparte sus encuentros con la serenidad que la enriquece.
Ha aceptado participar en el encuentro del Ateneo Félix Prieto, en la Fundación QUAES, en el que hablaremos del miedo y de la gratitud, como emociones que estimulan el compromiso con la vida desde la conciencia de la muerte.
¿Quién es Isabel Montero Ángel?
“Soy mujer, hija, madre, hermana, amiga, amante. Mantengo la ilusión por vivir, a pesar de los tropiezos. Y mantengo también la curiosidad por aprender, que me estimula a crecer para sentirme cada vez mejor conmigo misma y como consecuencia poder dar lo mejor de mí.”
¿Cómo se ha desarrollado tu experiencia vital en los últimos años?
“Estos últimos años, estoy viviendo el proceso de envejecer en una soledad que no deseaba, pero que he aprendido a disfrutar y a sacarle el jugo del autoconocimiento, el autocuidado y la libertad.”
¿Qué es para ti el lugar en el que vives? ¿Los espacios con los que convives?
“Amo el lugar donde vivo, desde hace ya diez años, al lado de la sierra, entre montañas, pinos y fuentes naturales. Este lugar me permite una conexión con la naturaleza que me regenera, me aporta paz y la sensación de sentirme cuidada y protegida por la madre tierra.”
El jardín, ese escenario en el que contacta con la naturaleza, es un espacio particular.
“Amo los espacios especialmente dedicados a la práctica de yoga, meditación y apertura de consciencia. El jardín de mi casa es un lugar muy especial, en cada rincón disfruto de forma diferente la experiencia del exterior, la conexión con la vida.
¿Qué parcelas integran tu estilo de vida?
“En mi estilo de vida domina mi vocación profesional como psicoterapeuta acompañada de mi practica de yoga y meditación que me ayudan a equilibrar mi mundo físico, emocional y mental. En lo social me gusta bailar de forma libre en ambientes poco convencionales y compartir el goce de la belleza de la vida con amigos del corazón.”
¿Cuáles son tus prioridades, tus valores, tus objetivos?
“La honestidad, autenticidad, el respeto a las personas, a los animales y a los entornos naturales. Mis objetivos son vivir en congruencia con estos valores, seguir aprendiendo en todos los aspectos, conseguir una conexión profunda con las personas más cercanas.”
¿Qué relevancia tienen para ti la atención del instante, el silencio, el amor?
“La máxima relevancia.”
¿Qué relevancia concedes a los encuentros con personas con los que compartes criterios y valores?
“Mucha, los necesito, me nutren internamente.”
En la jornada del Ateneo Félix Prieto hablaremos del miedo y de la gratitud, de la vida y de la muerte. De forma sucinta, cómo concibes su trascendencia en la vida que construimos cada día, en cada instante.
La gratitud. Es necesaria para vivir con alegría cada día. Cuando agradecemos estamos valorando aquello que forma parte de nuestra vida y eso nos impulsa a seguir adelante.
El miedo. Parte de la vida. Una de esas emociones que nos cuesta aceptar y regular. Sin embargo, está al lado de aquello que más deseamos.
Nos acogimos al silencio que alumbra las palabras y mostramos nuestra gratitud a la arboleda, que nos despertaba el goce de la belleza del instante, mientras caminábamos por los montes de Náquera, en un paseo al atardecer tantas veces compartido.
Isabel Montero Ángel.
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