“El Patronato es el organismo encargado del gobierno, la administración y la representación de la Fundación”

Sus competencias son las siguientes:

Ejercer la alta dirección, inspección, vigilancia y orientación de la labor de la Fundación, enfocados a sus fines sociales.

Interpretar, desarrollar, en su caso, con la oportuna normativa complementaria y adoptar acuerdos sobre la modificación de los estatutos fundacionales, siempre que resulte conveniente a los intereses de la Fundación y a la mejor consecución de sus fines.

Fijar las líneas generales o especiales de funcionamiento de la entidad.

Nombrar apoderados generales o especiales, así como al director de la Fundación.

Aprobar los beneficiarios de las prestaciones fundacionales.

Aprobar el plan de actuación y la memoria correspondiente, así como el balance y la cuenta de resultados.

Aceptar adquisiciones de bienes, valores mobiliarios, operaciones financieras, cambio de domicilio de la entidad mediante reforma estatutaria, etc.

Efectuar todos los pagos necesarios en nombre de la Fundación.

Acordar la realización de las obras que se estimen convenientes para los fines propios de la Fundación.

Acordar la aprobación de cuantos códigos de buen gobierno y reglamentos de régimen interior estime oportuno.

Ejercer, en general, todas las funciones de disposición, administración, conservación, custodia y defensa de los bienes de la Fundación, judicial o extrajudicialmente.