El mindfulness en la salud y el bienestar

Dra. Begoña Mellado. Oncóloga Médica.
Hospital Clinic. Barcelona
Instructora de MBSR
Directora del programa ONCOR. Mindfulness para pacientes oncológicos. Hospital Clinic. Barcelona
Co-directora del Postgrado de Mindfulness en la Salud y el Bienestar. Facultad de Medicina. Universidad de Barcelona.

Estás teniendo un buen fin de semana, ya es domingo por la tarde y estás en el sofá. ¿Cómo te sientes?, ¿tranquilo, relajado?… O, tal vez, tu nivel de insatisfacción se va incrementando por momentos a medida que tu mente, sin que te lo propongas, está planificando lo que harás el lunes, o añorando lo que hiciste el sábado, atrapado en esos pensamientos, mientras tu cuerpo experimenta la tensión de esa situación estresante que no está ocurriendo en ese momento. Ese es el estado natural de nuestra mente, siempre el movimiento, del pasado, al futuro o a la ensoñación; que nos aleja de lo que ocurre en nuestra vida en cada momento y que es fuente de insatisfacción. Mientras que cuanto más presente estás en aquello que hacemos, mayor es nuestro nivel de bienestar (A.Killingsworth, D.T. Gilbert, Science 2010).

La vida está ocurriendo en el momento presente. Con mindfulness podemos conectar con la experiencia directa de la misma, tanto internamente (sensaciones, pensamientos, emociones) como externamente. La palabra mindfulness es la traducción al inglés de la palabra en pali Sati, traducido en castellano como atención plena o plena consciencia. El biólogo norteamericano, creador del programa de Reducción de Estrés basada en Mindfulness (MBSR), Jon Kabat Zinn lo define como “la consciencia que surge al prestar atención, de manera intencionada, momento a momento, sin juzgar, como si nos fuera la vida”. Con el mindfulness podemos identificar aquellas reacciones que nos resultan dañinas y, también, discriminar y decidir libremente cultivar aquello que es beneficioso.

De manera innata todos tenemos esta capacidad de llevar consciencia a nuestra vida, pero probablemente necesitemos recordarla y ejercitarla. El mindfulness es una acción, una práctica, que requiere entrenamiento y perseverancia. Existen múltiples programas psicoeducativos (intervenciones basadas en mindfulness) que pueden entrenar nuestra mente en la práctica del mindfulness. Estos programas adaptan y recontextualizan (en un contexto laico) prácticas de origen budista como la meditación o el yoga. Además, son programas estandarizados, lo que ha permitido investigar sus efectos desde un punto de vista científico. Entre ellos, el MBSR que se aplicó por primera vez en el contexto clínico en personas afectas de enfermedades crónicas, con síntomas de difícil control, en 1979. Desde entonces millares de personas de todo el mundo han participado en programas y múltiples estudios han mostrado sus efectos beneficiosos en distintos ámbitos de salud física y mental.

¿Por qué el mindfulness puede tener efectos beneficiosos?.  La ciencia del mindfulness es reciente.  A finales del siglo XX científicos y budistas iniciaron el Programa Shamata (https://shamathaproject.org/) para estudiar los efectos de la meditación en el organismo, del cual surgieron múltiples publicaciones. En los últimos años la evidencia científica ha aumentado de manera exponencial. La práctica del mindfulness modifica diferentes áreas cerebrales relacionadas con la regulación emocional, conciencia del yo, empatía, resilencia. También regula el sistema nervioso autónomo y disminuye los niveles de cortisol (reducción de la respuesta de estrés), mejora la respuesta inmune, reduce parámetros inflamatorios o aumenta la actividad de la telomerasa, induce cambios epigenéticos, entre otros.

En el ámbito de la salud mental, mejora la depresión y la ansiedad. En concreto, el programa MBCT (terapia cognitiva basada en mindfulness) reduce el riesgo de recurrencia en personas con depresión (Creswell DJ, Annu. Rev. Psychol. 2017) y el MBSR ha demostrado en un estudio aleatorizado ser igual de eficaz, pero con menos efectos secundarios, que el tratamiento farmacológico de la ansiedad ( Hoge AE et al, JAMA Psychiatry 2022).En otros ámbitos de la salud y el bienestar, ha mostrado muchos efectos beneficiosos, como en el embarazo o la menopausia.  Así como en enfermedades como dolor crónico, fibromialgia, hipertensión arterial, psoriasis, o síntomas físicos y emocionales de personas con cáncer. (https://newsinhealth.nih.gov/2021/06/mindfulness-your-health).

Los programas o intervenciones basadas en mindfulness han mostrado ser seguras, pero algunas personas pueden no ser buenas candidatas o no estar en el momento adecuado para participar por riesgo a presentar efectos indeseables.  Por ello, es importante que la impartición de los mismos se haga por profesionales adecuadamente preparados.