Gestión de la complejidad y de la incertidumbre (III)

7 julio, 2022

En los próximos años en vez de ser analizados y definidos por nuestros síntomas, seremos diagnosticados por nuestra genética.

Quedamos con Pablo Martínez en el Aeropuerto de Valencia, a la llegada de un vuelo procedente de EEUU, donde ha estado estudiando en la Rutgers University, en EEUU, con una beca de la Universitat de València, en la que estudia Biotecnología.

Ahí ha tenido la suerte de poder realizar prácticas y posteriormente de trabajar como asistente de investigación en el laboratorio de la Dra. White en el Cancer Institute of New Jersey.

El doce de julio participará en el encuentro con el Prof. Andrés Moya, en la Fundación QUAES, en el que buscará incorporar nuevos criterios cobre la tutela y la asistencia personalizada.

Y, ¿después?

En los próximos meses participaré en la European Innovation Academy, un programa internacional de emprendimiento organizado por universidades como Stanford y UC Berkeley y empresas como Google, y posteriormente estudiaré un semestre en la KU Leuven, en Bélgica.

¿Para conseguir una mayor personalización de la asistencia y la tutela sanitaria en centros sanitarios de proximidad (asistencia primaria, especializada y hospitalaria) es ineludible generar información genómica y molecular?

Sí. Actualmente nuestros síntomas son el factor clave que se tiene en cuenta para nuestro diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, esto podría cambiar en el futuro gracias a la mejora tecnológica.

La medicina de precisión supondrá un nuevo enfoque catalizado por la genética. De esta manera, se podrán tratar las causas subyacentes de la enfermedad de una persona secuenciando su genoma, generando un modelo en el laboratorio y testeando cientos de medicamentos diferentes para encontrar nuevos posibles tratamientos específicos para ese individuo.

Por tanto, en los próximos años, considero que, en vez de ser analizados y definidos por nuestros síntomas, seremos diagnosticados por nuestra genética.

¿Qué otros aspectos de la información podrían ayudarnos a conseguir una mayor personalización de la tutela sanitaria? ¿Serían específicos de cada ámbito de la salud a gestionar (pediatría/ senescencia; cardio/trauma/reuma; diabetes/artritis/etc.)?

Además de la variación genética de cada individuo, la medicina de precisión también tiene en cuenta la variabilidad en el entorno y en el estilo de vida. Por tanto, esta aproximación permite determinar con mayor precisión los tratamientos y estrategias de prevención que funcionarán en determinados grupos de personas.

En mi opinión, todas estas categorías se podrían relacionar con los diferentes ámbitos que mencionas.

¿Cómo valoras el nivel de personalización logrado hasta el momento? ¿Qué pasos consideras oportuno comenzar a dar para incrementar la personalización?

A pesar de que la medicina de precisión es muy prometedora y ha dado grandes pasos en los últimos años, se encuentra todavía en etapas iniciales.

Hoy en día, más de 200 medicamentos incluyen información genética en sus etiquetas que se puede emplear para personalizar el uso y la dosis del medicamento.

Hemos leído de la relevancia de abordar la epigenética como fuente de información que propicie una adecuada personalización del tratamiento en ámbitos como la fisioterapia. ¿Cómo valoras esa afirmación?

Sí, estoy de acuerdo. La epigenética nos permite estudiar los mecanismos que regulan la expresión de los genes sin que se produzca una modificación de la secuencia de ADN. Por tanto, permite relacionar las influencias genéticas y ambientales.

¿Qué cuestiones plantearías a científicos, a clínicos y a personas comprometidas con su salud y la salud comunitaria para conseguir un incremento de la personalización de la salud? (Al menos una cuestión)

Creo que sería fundamental también que la atención médica se adapte más a las circunstancias del paciente y no a la inversa. De esta manera, se podrían realizar de manera virtual o telefónica las visitas en las que no aporte valor la asistencia presencial.

Otro ejemplo podría ser la digitalización de la historia clínica para poder compartirla con otros proveedores de salud de manera sencilla y rápida. Esta herramienta también permitiría realizar un mejor seguimiento de los pacientes y utilizar estos datos estructurados de forma anónima para investigación o para el entrenamiento de algoritmos y el desarrollo de mejores protocolos de actuación.

¿Algo que añadir?

Creo que también es importante tener en cuenta que no todas las enfermedades tienen una causa genética. Así como que han sido las medidas tradicionales de salud pública (como los exámenes médicos, las campañas para reducir el tabaquismo, las vacunas o las medidas de higiene) las que nos han aportado mayores aumentos en la esperanza de vida en las últimas décadas.

Por lo que su importancia tampoco debería ser infravalorada.

¡Gracias!

Gestión de la complejidad y de la incertidumbre (III) - Fundación Quaes

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